Desde el comienzo de mi tiempo en este nuevo campo de la movilización en Centro América, he sabido que la oración es una parte clave para el éxito de cualquier obra para el reino de Dios. El trabajo misionero en particular puede perderse tanto en la logística y a veces en la imposibilidad de la tarea, que olvidamos que Aquel que nos ha llamado es fiel y El hará hasta lo imposible para proveer lo necesario para que podamos cumplir Su llamado (1 Tesaloniceses 5:24). Es por eso que Dios me ha dirigido a hacer la intercesión misionera una prioridad en mi ministerio de movilización.
Como movilizadora de misiones, considero que mi primer responsabilidad es movilizarnos a la oración intencional, estratégica y unificada por el trabajo misionero hasta lo último de la tierra. Estoy convencida que la ORACIÓN, unida a la INFORMACIÓN pertinente a los pueblos no alcanzados y las necesidades alrededor del mundo, nos llevarán a la ACCIÓN específica que dará frutos que permanezcan para la gloria de Dios entre las naciones.
Como humanos que somos, tendemos siempre a buscar lo más cómodo, ésto a veces nos ha llevado a separarnos como Cuerpo de Cristo de tal manera que nuestra división nos ha debilitado como fuerza intercesora. Nuestro enemigo sabe que separados también tendemos a buscar lo propio y perdemos la visión de buscar lo mejor para el reino de Dios. Lastimosamente en algunas ocasiones, también debido a nuestra separación, comenzamos aún a estorbarnos los unos a los otros... ¡Esto ya no puede ser así!
Dios quiere escuchar UNA SOLA VOZ clamando por la salvación de aquellos que ama y por quienes Cristo entregó Su vida.
En Filipenses 2:1-4, Pablo expresa lo que considero que Dios mismo quiere que entendamos y practiquemos...
"Por tanto, si hay algún estímulo en Cristo, si hay algún consuelo de amor, si hay alguna comunión del Espíritu, si algún afecto y compasión, haced completo mi gozo, siendo del mismo sentir, conservando el mismo amor, unidos en espíritu, dedicados a un mismo propósito. Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo, no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás."
Hasta ahora, he estado promoviendo esta red de oración UNA SOLA VOZ en Honduras y El Salvador. Todavía no he tenido la oportunidad de llegar a Nicaragua. ¡Aunque ya los hermanos de México me están diciendo que ellos también quieren unirse! He diseñado un blog para cada país. Les invito a visitarlos, www.unasolavozhonduras.blogspot.com o www.unasolavozelsalvador.blogspot.com. Todavía esta red se encuentra en desarrollo y estoy siguiendo el liderazgo de Dios paso a paso. Les pido que oren por este proceso.
¡Inmensamente agradezco su intercesión!
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