Como buena misionera, usualmente me como todo lo que me sirven, pero esta noche en Puno me fue muy difícil. Comí, cuy (cuyo, guinea pig), un plato muy tradicional de esta zona del Perú. Es tan especial para esta gente que dentro de la catedral hay una reproducción de la última cena de Jesucristo con un cuy asado sobre la mesa! No sé si a Jesús le hubiera gustado este platillo pero a mí, no. Especialmente porque lo sirven entero... cabeza y todo!
Mañana será un día muy especial. Viajaré temprano hacia las islas flotantes de Uros (Aymara) y la isla de Taquile en donde encontraré a los Puno Quéchua. Por favor recuérdenme en sus oraciones.
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